ACTIVACIONES CUERPO KA

Un movimiento nacido en nuestra isla, para nuestra comunidad

Mis queridas hermanas y mis queridos hermanos,

EL MOVIMIENTO KA — Divinidad en la Humanidad, Ibiza en Fertilidad.
Cuando encarnamos la luz verdadera, florece la comunidad, florece la isla.

He regresado a la tierra que llamo hogar, la tierra que me despertó, me sostuvo a través de los portales del recuerdo y me guió hacia mi propósito. Y ahora esa tierra me pide servicio. Cuando hablé con Tanit con mis pies sobre su suelo, en julio, ella me ofreció de inmediato un lugar donde volver a enraizarme, en devoción a ella y a vosotras/os, el micelio que vive, respira y se mueve con ella y sobre su superficie.

Así que aquí está: mi ofrenda a ella —nuestra tierra, a vosotras/os —nuestra comunidad, y al Ka —nuestra alma.

Este es un llamado a recordar nuestra divinidad y a caminarla en toda nuestra humanidad.

Siempre, con amor,
Belén Desirée

El Cuerpo Ka

El Ka es el doble energético del cuerpo físico. En las enseñanzas del antiguo Egipto, es el puente entre el cielo y la tierra, el vehículo a través del cual el alma encarna plenamente en la materia.

Los canales Ka son corrientes de energía que atraviesan este cuerpo sutil. Se asemejan a meridianos espirituales que conducen fuerza vital, pero en lugar de sostener solo la salud física, conectan el cuerpo directamente con el alma.

Cuando el Ka se activa:

• El alma y el yo superior pueden anclarse plenamente en el cuerpo.

• Despierta la memoria de quiénes somos de verdad y por qué hemos venido a esta encarnación.

• Se activan los dones psíquicos, la creatividad y el poder de manifestación.

• Atraemos relaciones alineadas con el alma (más allá de lazos kármicos).

• Los canales de energía sexual y creativa se abren como vías de alquimia sagrada.

• Las células cambian su frecuencia, generando un salto cuántico en todo el sistema y permitiéndote sostener y anclar más luz, aliviando los efectos y síntomas que se experimentan desde el cosmos y la ascensión colectiva.

Esto no es una modalidad de “sanación” en el sentido de corregir síntomas. Es una modalidad de activación: despierta la memoria y la alineación y, desde ahí, no solo surge la sanación sino la encarnación como consecuencia natural.

Existen 16 canales del Ka.

Cada canal es como una puerta codificada que, al activarse, integra una frecuencia concreta de encarnación del alma. Los canales trabajan en pares, en relación simbiótica, como dos hebras de ADN en espiral ascendente. En los antiguos templos de Isis, se activaban los primeros 8 canales y, tras un largo periodo de integración, se abrían los 8 siguientes.

Hoy las activaciones se ofrecen con más suavidad —generalmente quincenales, permitiendo que cada persona integre los cambios en la vida diaria sin abrumar el sistema.

Cada activación fortalece el Ka y su capacidad de sostener frecuencias más altas, provocando transformaciones tangibles en las relaciones, la creatividad, los negocios, la vitalidad y la expansión espiritual.

La Experiencia

Al recibir una activación Ka, generalmente se experimenta:

• Una profunda sensación de estar en casa dentro del propio cuerpo.

• Oleadas de claridad, energía y memoria espiritual.

• Mayor fluidez en la manifestación (sincronicidades, oportunidades que aparecen con rapidez).

• Liberación de viejos patrones de control, miedo o estancamiento.

• Una presencia magnética que otras personas perciben y sienten.

El Ka nos convierte en templos vivos de luz, no como idea, sino como realidad física.

Y, aun así, este viaje tiene su proceso. Cada canal Ka tarda 44 días en integrarse por completo. Durante ese tiempo, aquello que no esté alineado con la verdad de tu alma comenzará a caer. Esto puede implicar cambios en relaciones, trabajo, hábitos o identidades que creías esenciales.

No se trata de volverte “menos” en ningún sentido. Se trata de ser más plenamente tú, no quien eres por circunstancia, ni quien creíste necesitar, o incluso querer ser, sino quien eres en tu frequencia original.

La integración requiere rendición: voluntad de soltar lo que ya no resuena con tu esencia auténtica y permitir que las nuevas frecuencias echen raíz en tu vida.

El camino de activación Ka no es solo una apertura: es un despliegue. Una senda de recordar y encarnar tu verdad, paso a paso, canal a canal.

Además, es un proceso de expandir tu capacidad de sostener y anclar luz dentro de tu vaso, volviéndote más soberana/e, más discernidora/or y más unificada/o por dentro y entera/o por fuera. Esto es importante, porque nuestro hogar clama por la distorsión de su fertilidad y por el abuso; nos pide anclar luz sobre ella para que vuelva a florecer. En este caso, lo que hacemos por nosotras/os mismas/os, lo hacemos por todas/os, y podemos hacerlo por nuestro hogar en la Tierra.

Por qué activamos el Ka?

Por la manifestación, el crecimiento espiritual, las habilidades psíquicas y, en última instancia, para encarnar nuestro Ser Superior 5D aquí en la Tierra: la Ascensión. En definitiva, lo hacemos por la Soberanía: el estado de completa auto‑posesión, en el que una/o gobierna su energía, emociones, elecciones y destino desde la autoridad interna, en lugar de la validación o el control externos. Cuando tu campo energético es auto‑contenido, auto‑fuente y anclado en la verdad, no pierde energía, no se fusiona ni depende de la aprobación ni del liderazgo externos.

Para Todas/os

No importa en qué punto de tu despertar te encuentres.

Demasiado a menudo dividimos a las personas en “conscientes” e “inconscientes”, como si el despertar fuera una escalera donde algunas/os están más arriba que otras/os. Pero la alineación de frecuencia no tiene que ver con cuánto tiempo llevas en el camino ni cuántas enseñanzas has acumulado.

Puedes resonar con la misma frecuencia que alguien cuyo viaje se vea muy distinto al tuyo, siempre que exista voluntad:

• Voluntad de encontrarte con tu propia sombra.
• Voluntad de soltar lo que degrada tu energía.
• Voluntad de reconocer que eres más de lo que te han dicho que eres, que hay algo mayor en ti y a tu alrededor.

El Ka es la Energia del “SOLE-SOUL” ÚNICO‑ALMA que todas/os somos; es EL Ser Superior.

Las activaciones Ka llaman a esa bella verdad divina hacia tu vaso para que puedas portarla. Para que regreses a tu soberanía y a tu autenticidad del alma. Y cada vez que una/o de nosotras/os recuerda, la Tierra misma se beneficia. Esto no es evasión espiritual, no es solo “luz y amor”; esto es lo que nos convierte en guerreras/os pacíficas/os encarnadas/os de la verdad.

Este es el recuerdo de que somos todas las cosas a la vez: femenina y masculino, divino y terrenal, diosa y dios en la carne. Somos energía y materia, etéreas/os y encarnadas/os, templo y suelo.

Esto no es solo un evento ni solo una oferta. Es un movimiento. Y es para todas/os. No importa si tu devoción es hacia los espíritus de la tierra, hacia las diosas, hacia las alianzas galácticas o simplemente hacia el Misterio mismo. Esto es para ti.

Nadie está por encima de nadie. Nadie es más merecedora/or que otra/o de recordar su divinidad y caminar como su ser sagrado.

EL Ka No Es Kundalini

Las activaciones KA a menudo se malinterpretan en una época en la que tantas modalidades hablan de “activaciones”.

Para ser clara: esto no es activación de kundalini, y especialmente no los métodos conocidos como KA o KAP.

Estas modalidades fuerzan la energía en el sistema nervioso antes de que el alma y el cuerpo estén listos. Esto sacude, abruma y manipula, creando aperturas en el campo que pueden derivar en distorsión, sifoneo o incluso apegos de entidades. Muchas/os practicantes sostienen buenas intenciones, y aun así la modalidad pasa por alto la sabiduría natural del alma y te deja abierta/o, vulnerable y expuesta/o.

Los canales Ka no son nada de eso. No fuerzan, no secuestran, no manipulan. El Ka es su propio cuerpo sagrado, tu doble energético, el puente entre tu cuerpo físico y tu alma.

Cuando el Ka despierta, no se trata de coerción sino de recuerdo. Anclas tu alma más plenamente en la materia. Sostienes más luz con soberanía y discernimiento.

Sí, existe un canal Ka que se relaciona suavemente con la kundalini. Pero lo hace solo como invitación, suave, tierna, en gracia. Si tu kundalini ya ha despertado, el Ka ofrece un cauce para que fluya con más armonía. Si no lo ha hecho, el Ka nunca fuerza: deja la puerta entreabierta para cuando estés lista/o.

Esto no es sobrecarga del sistema nervioso, ni es un secuestro energético. Esto es el vehículo del alma para la encarnación, el Cuerpo de Luz Ka.

Sobre La Falsa Luz

Vivimos un tiempo en el que mucho de lo que se llama “espiritualidad” no es luz verdadera. Es falsa luz, energía distorsionada que promete despertar mientras nos aleja del recuerdo. A medida que más personas caminan el camino, se vuelve “popular” o “tendencia” asistir a ceremonias, hacer rituales y llamar sanación al bypassing. Esto abrió espacio para la imitación, el sifoneo y la cosecha energética, para una mayor división y fractura entre “clanes” y “tribus”. Es hora de borrar la dualidad de nuestra realidad, y la única forma es dejar que el alma nos guíe con discernimiento, lejos de la performance de quienes buscan un beneficio fácil en lugar de servir con presencia verdadera y devoción a las almas con las que tienen cita.

La falsa luz prospera especialmente donde la esencia femenina ha sido debilitada, silenciada o explotada. En Ibiza, la energía femenina de la isla ha sido derrocada, violada y esterilizada por el patrón patriarcal distorsionado. Y en esa herida ha entrado la falsa luz, alimentándose de la esencia misma que fue despojada.

Cuando las comunidades y rituales espirituales empezaron a ganar popularidad aquí, muchas/os vieron una oportunidad.

No para sanar, sino para actuar. Así, se colocaron en el papel de “sacerdotisa” o “sanadora/or” sin linaje, sin formación, sin devoción. Algunas/os son simplemente buenas/os actrices/actores. Pueden sostener un ritual, quemar salvia, cantar cantos, pero la prueba verdadera no es cómo alguien parece en ceremonia. La prueba es cómo vive alineada/o a la verdad y cómo trata a las/os demás en la vida diaria. La máscara cae cuando nadie mira.

Así se propaga la falsa luz: carisma sin integridad, performance sin práctica, ritual sin raíces. Pero el Ka no puede fingirse. No puede representarse. Es una tecnología sagrada, transmitida por iniciación, probada por linaje. Activa lo que ya está en ti; no impone ni sifonea.

Soy practicante formada en el linaje de Isis Ka. Pasé por iniciación, aprendizaje y certificación. Practiqué bajo la supervisión de mi mentora y de la Diosa. Fui examinada para asegurar que ninguna/o cliente sufriera secuestro, apegos de entidades o distorsiones a través de mi canal. No es un título que me atribuí: es un sacerdocio que gané con devoción e integridad.

Conozco la realidad de la falsa luz porque, durante mi propio despertar, me senté con muchas medicinas y permití muchas manos en mi cuerpo energético. Personas que decían limpiarme o activarme pero, en cambio, sifonearon mi luz. Viví el coste de abrir mi templo sin discernimiento.

Por eso el trabajo Ka es tan importante ahora: porque ancla luz verdadera, luz encarnada, de una forma que la falsa luz no puede secuestrar.

Las activaciones Ka son soberanas. No te abren a interferencias caóticas o no entrenadas. Activan lo que ya es tuyo. Enraízan tu divinidad en tu cuerpo para que ya no puedan quitarte, distorsionarte, despistarte ni drenarte.

Por eso la falsa luz resiste al Ka: porque, cuando recordamos nuestra luz verdadera, nos volvemos intocables, templos soberanos de la Fuente.

Publicaciones como estas son cada vez más frecuentes y me parten el corazón. Este es el legado que nos dejan quienes se alimentan de nuestra acogida, de nuestra comunidad y de nuestra tierra.

“Ibiza es otro nivel de tráfico almico y extracción energético - lo hacen a plena vista.
Pero si ves, lo ves.
Necesito recuperarme de lo experimentado y adaptarme a mis nuevas habilidades que activaron desde el día 14.
No puedes desconocer lo que conoces ni cegarte a lo que ya has visto.”
- @kyaronart

Sobre las Heridas de Hermandad, Fraternidad y la Conciencia de Unidad

Una tierra de dualidad. No solo la dualidad de riqueza y pobreza, o de consciente e inconsciente, sino también la dualidad dentro de los mismos espacios que se llaman espirituales.

La palabra sacerdotisa a menudo levanta cejas. Para algunas/os, inspira reverencia. Para otras/os, sospecha.

Y dentro del propio camino sacerdotal, hay heridas que van hondo. Como sacerdotisas, cargamos antiguas heridas de aislamiento, traición y mal uso del poder. Durante siglos fuimos silenciadas, vilipendiadas y separadas unas de otras. Como arquetipo y como colectivo, hemos heredado esta sombra. Y es algo que debemos trabajar juntas/os. Muchas mujeres que caminan como sacerdotisas todavía se sienten aisladas hoy. No siempre nos sentimos entendidas por la comunidad, y no siempre confiamos unas en otras. Hay sacerdotisas que miran por encima del hombro a quienes están más conectadas con la tierra y la comunidad; y hay mujeres de la tierra que desconfían de la palabra sacerdotisa porque han visto demasiadas máscaras en su nombre.

Incluso dentro de los linajes, la herida persiste. He observado sacerdotisas sinceras y devotas, pero aún atrapadas en el ego espiritual. Otras ni siquiera se dan cuenta de que han sido secuestradas. Se ve en cómo se tratan y, quizá más claramente, en cómo hablan unas de otras.

¿Reconocen que cada hermana porta medicina y códigos valiosos y necesarios para el colectivo?
¿O critican, comparan y compiten?
¿Honran a las demás como sagradas?
¿O intentan convencerte de que su camino, su título, su rol las hace más dignas de atención y seguimiento?
¿Te recuerdan que no hay jerarquía y que tú también eres medicina, igual de valiosa?
¿O deambulan con el título auto‑proclamado de “alta sacerdotisa” y solo se mueven en grupos segregados de estatus “superior”?

Así se filtra la falsa luz: no solo a través de rituales a medio cocer o secuestrados, sino a través del ego que se aferra a la jerarquía y a la comparación.

Y seré honesta: lo vi en mí cuando fui iniciada por primera vez, hace años. La sombra susurra. La tentación de los títulos y la comparación aparece. Pero aprendí esto: la verdadera sacerdotisa no es la que reclama el título más alto, sino la que ha rendido lo suficiente su ego como para reconocer lo sagrado en cada otra. La que no solo está dispuesta, sino ansiosa por co‑crear un lugar mejor para todas/os, no solo para “las/os elegidas/os”. La que sabe que ella y sus códigos son importantes y no se coloca por encima de las/os demás. Y, finalmente, la que entiende cuándo la accesibilidad es primordial para la sanación colectiva verdadera y no crea una relación co‑dependiente con sus clientas/es del alma, sino que confía en que el intercambio terminará cuando su medicina haya sido recibida y que otras/os llegarán para que ella continúe su devoción.

Las activaciones Ka no van de títulos ni de jerarquías. Van de recuerdo. Van de disolver la falsa luz del ego y volver a la verdad de que cada una/o de nosotras/os es divina/o. Cuando activamos nuestro Ka, recordamos que nuestros servicios como Sacerdotisas, Sacerdotes, Chamanes, Hombres y Mujeres Medicina, sanadoras del útero, facilitadoras/es de círculos —sea cual sea tu arquetipo— no son performance ni posición. Si no, la frecuencia de cómo vivimos, hablamos y honramos no solo a nosotras/os mismas/os sino también a las/os demás, a las estrellas y a la tierra cada día.

Sanar el Ka es sanar la herida de la dualidad. Es disolver la falsa luz que nos divide y recordar que ascendemos juntas/os o no ascendemos.

Más Allá de la Dualidad

Nuestro hogar, una tierra de muchas comunidades y, también, de muchas divisiones.

No solo nos apartamos quienes nos comunicamos con los espíritus. La gente de la tierra alza la ceja ante quienes son del éter, del mismo modo que lo etéreo se desentiende de la tierra.

Esto no es lo que somos. Esto no es lo que esta isla estaba destinada a ser. La falsa luz prospera en la dualidad. Se alimenta de nuestra sospecha mutua. Nos mantiene fragmentadas/os: Pachamama vs. sacerdotisa, tierra vs. éter, masculino vs. femenino.

Pero la divinidad no es dual. La divinidad no pertenece a un arquetipo, una práctica o un disfraz. No significa flotar con vestidos blancos ni canalizar sin fin. Divinidad es sostener el saber de que eres Creadora/or, eres la Fuente encarnada, viviendo tu luz no solo en el ritual, sino en cómo caminas, compartes y construyes comunidad cada día.

Divinidad hecha carne es esto:

• Sostener tu misión única como templo sagrado.
• Vivir en armonía con las/os demás, sin perder tu soberanía.
• Crear seguridad no a través del consumo, sino a través de las raíces, de la comunidad, del amor.

Cuando salimos de la dualidad, recordamos que nada está separado. La tierra y el éter no son enemigas/os. Las sacerdotisas del útero cósmico y las mujeres sabias del néctar terrenal no son rivales. Somos un solo cuerpo. Somos un solo templo.

Esta isla clama que lo recordemos. Si seguimos divididas/os, no podrá renacer.

Conozco esta verdad en mi propia carne. Cuando el patrón patriarcal empezó a apretar su puño hace unos años, me vi obligada a marcharme tras ocho años de residencia. Mi propio Ka estaba siendo activado entonces, y la falsa luz ya me resultaba insoportable. Tanit, la tierra y yo sabíamos que regresaría más encarnada, más madura, más unificada, lista para liderar este movimiento.

Y no estoy sola. Muchas/os aquí han sido desplazadas/os por la codicia, por el código del consumo, por el puño que se cierra del patriarcado. Lo sentimos. Lo sabemos. Y sabemos esto: si no actuamos ahora, esta tierra será llevada cada vez más lejos de lo que verdaderamente es.

Pero si recordamos juntas/os, podemos sanar las divisiones. Podemos elevarnos más allá de la dualidad. Y podemos restaurar Ibiza a su esencia verdadera: el templo fértil de dioses y diosas, íntegra y soberana.

El Movimiento Consciente en Ibiza

Estas coordenadas siempre han llamado a quienes viven más allá de la matriz: espíritus libres, artistas, buscadoras/es, las/os que saben que hay algo más, una existencia mejor para todas/os. Y, aun así, incluso aquí, la matriz se ha filtrado: a través de la colonización de medicinas, rituales y ceremonias, de los eventos y de la confusión sobre lo que realmente es comunidad. Vemos demasiado “somos uno — pero tú no eres de los nuestros”.

El movimiento de conciencia en esta isla está dividido.

Por un lado, el camino Pachamama —los rituales de la tierra, las medicinas, los elementos. Es el camino de bajar y entrar (trabajo de sombra en su máxima expresión).

Por otro, el camino etéreo —las ceremonias de las estrellas, los canalizajes, las ascensiones. Es el camino de subir y salir (recordar nuestra capacidad de canalizar y dirigir energía).

Ambos portan sabiduría. Pero ambos también se han distorsionado.

Las medicinas de plantas, antaño sagradas, ahora se consumen como mercancías. El cacao está sobre‑cosechado y airado. El cannabis está modificado y abusado. Las setas se toman con la misma mentalidad que los “favores de fiesta”: abuso un fin de semana, “despertar” el siguiente. Y muchas ceremonias etéreas ascienden demasiado alto, demasiado rápido, pasando por alto el cuerpo, escapando a la luz mientras dejan el vaso vacío.

Ningún camino, por sí solo, es suficiente. Y ninguno fue hecho para ser colonizado o consumido. Además, la verdad es que no pueden existir el uno sin el otro: el equilibrio es primordial.

Las activaciones Ka son el puente. No requieren que tomes algo fuera de ti para tocar lo divino. No te sacan del cuerpo, ni exigen que consumas la tierra para sentir conexión. El Ka trae lo divino al vaso. Despierta tu propia frecuencia. Te convierte en el puente entre cielo y tierra.

Las Activaciones Ka son recuerdo y encarnación.

Isis & Tanit

Isis, entre otras, ha caminado conmigo desde muy joven. Arquetipo de la Madre Divina, del Útero Cósmico, de la Femenina de las Diez Mil Caras. Es el recordatorio de que somos vastas/os, infinitas/os, multidimensionales. Ella me enseñó a subir y salir, a recordar mis orígenes estelares, mi voz, mis códigos, mi camino sacerdotal. Y, una vez iniciada, me mostró el camino al inframundo. Isis nunca fue solo celestial. También estuvo encarnada: en sus templos, en sus tierras, en sus sacerdotisas que caminaban descalzas sobre la tierra.

Aquí, en nuestro hogar‑isla, sentí la llamada de Tanit, la antigua diosa de la fertilidad, de la protección y de la propia tierra. Es el contrapunto enraizado: el recordatorio de que la divinidad no es solo cósmica, sino también arraigada, fértil, encarnada en la tierra misma que caminamos.

Juntas, Isis y Tanit nos muestran todo el espectro de lo femenino. Cósmico y terrenal. Infinito e íntimo. Útero de las estrellas y útero de la tierra. Y sus brazos —siempre alzados en la postura sagrada del Ka, nos recuerdan que, cuando activamos nuestro Cuerpo Ka, no solo despertamos la encarnación del alma propia, sino que también re‑despertamos el Ka de la isla y asistimos en el trabajo de rejilla que tanto nos necesita.

Por Qué Ahora?

Siempre una tierra de desborde femenino. La isla de Tanit. El templo de la diosa. Un lugar donde la fertilidad, la sensualidad y la hermandad estaban tejidas en el suelo. Pero, durante siglos, esa esencia femenina ha sido derrocada, violada y esterilizada. El patrón patriarcal distorsionado vino a arrancar sus frutos, a construir y consumir, a cambiar su fertilidad por lucro.

Esa herida invitó a la falsa luz. Porque cuando llega la popularidad, la luz verdadera es suprimida y la imitación se apresura a entrar. Cuando la diosa es silenciada, su imagen se copia y vende. Y así, muchos movimientos espirituales aquí se han vuelto performance, no práctica. Ritual como máscara.

“Sacerdotisas” sin linaje, sanadoras/es sin devoción.

La tierra lo siente. Susurra: ya no me siento fértil. Ya no me siento vital. Ya no me siento próspera. Las activaciones Ka son un retorno a la verdad. Cada cuerpo que despierta su Ka se convierte en un vaso capaz de sostener más luz, luz auténtica y divina, anclándola en la tierra, en la comunidad, en la vida diaria. Y a medida que sostenemos más luz en nuestros Cuerpos Ka, también recargamos el Cuerpo Ka de la isla. Ibiza también tiene un Ka. Nos pide que la recordemos, que la alimentemos con nuestra divinidad para que recupere su fertilidad.

Por eso Isis y Tanit vienen juntas a mí ahora. Su símbolo antiguo —brazos extendidos, codos elevados— es el símbolo del propio Ka. Ambas diosas traen este recordatorio: despierta tu Ka y despertarás el Ka de la tierra.

Ahora es el tiempo de la verdadera hermandad, verdadera fraternidad, verdadera comunidad. Ahora es el momento de sostener espacio mientras lo masculino sana para volver a sostener a lo femenino, no a consumirlo. Esto es más que una activación. Es el comienzo de un movimiento: un colectivo de almas encarnadas, viviendo su divinidad sobre la tierra para que vuelva a ser fértil, vital e íntegra.

De Ibiza al Mundo

Nuestro enfoque actual es nuestro hogar. Somos residentes de esta isla. Somos la comunidad que camina sobre su suelo y siente su pulso. Pero este movimiento no es solo para nosotras/os. Lo que estamos pionerando aquí es la semilla de algo mucho más grande: un recuerdo colectivo que abarca toda la Tierra.

Cuando cada una/o sostiene y ancla más luz divina a través de su Cuerpo Ka, no solo transforma su propia vida. Ancla esa luz en la tierra que pisa. Alimenta a la Tierra misma. Cuanto más llevemos este movimiento de forma global, menos lugares tendrá la falsa luz para enraizarse. La dualidad, la separación, la competencia… todo se disolvería en presencia de la luz verdadera encarnada, porque la distorsión no resiste la soberanía.

Este es el impacto del Ka:

• Cuanta más luz sostiene cada una/o, más sana la Tierra.
• Más fertilidad restauramos —no solo reproductiva, sino la fertilidad de la salud, la vitalidad y la longevidad.

Esto es lo que Ibiza susurra: no me siento fértil. No me siento abundante. Y esto es lo que lo femenino también ha olvidado. Durante siglos, incluso milenios, hemos sido tratadas/os como se ha tratado a la Tierra: se han negado nuestros úteros, se ha temido nuestro poder, se ha vilipendiado nuestra esencia.

Por eso el patrón patriarcal ha arraigado como codicia, como código de consumo, como extracción a cualquier coste. Lo femenino ha olvidado que es abundancia. Y nosotras/os somos quienes podemos devolver la abundancia —no la falsa abundancia reservada para unas/os pocas/os “elegidas/os”, sino la verdadera abundancia que pertenece a todas/os. Porque, en verdad, la abundancia no es exclusiva. Es inherente a todas/os, en la medida y definición que esté en alineación con la verdad de su alma. Por eso fuimos arrojadas/os a la separación: de nosotras/os mismas/os, de unas/os con otras/os, de la Fuente; para que no recordáramos que somos Fuente y, por tanto, abundancia en nuestra naturaleza verdadera.

El Ka es el puente que nos trae a casa. Y, aun así, no es solo lo que cruzamos: es en lo que nos convertimos.

Aquí, en Ibiza —una de las tierras espirituales más populares y poderosas de la Tierra—, tenemos la oportunidad de pionerar la reactivación de la luz verdadera en medio de uno de los mayores ataques de falsa luz y distorsión patriarcal. Pero el movimiento no termina aquí. De Ibiza hacia fuera, este es el llamado al recuerdo: Somos los vasos. Somos los templos. El momento es ahora.

¿Te unes a mí?

Las activaciones grupales son íntimas, de tamaño reducido, con plazas limitadas. El pago se realiza por adelantado, para que el intercambio energético quede honrado al igual que tu lugar en el círculo. Podrás adquirir tu entrada y anclar tu energía en el movimiento directamente conmigo. Cada encuentro se mantiene íntimo para proteger la profundidad del trabajo, y las plazas se ocupan por orden de llegada. Programaré tantas sesiones como sean necesarias para acomodar este movimiento mientras protejo la arquitectura sagrada que me ha sido entregada.

La Divinidad en la Humanidad

Hemos olvidado nuestras verdades divinas y hemos caído en ciclos interminables de distorsión. Y la verdad simple es esta: estamos aquí para ser vasos vivos de lo divino en la Madre Tierra.

Esta tierra está clamando. Eivissa nos necesita para sostener la luz por ella, para restablecer su fertilidad, su comunidad, su esencia. Cuando activamos nuestros Cuerpos Ka, no solo recordamos nuestra propia divinidad: cargamos el Cuerpo Ka de esta tierra que llamamos hogar. Le devolvemos lo que le fue arrebatado. Restauramos su templo.

El símbolo antiguo del Ka —brazos extendidos, codos hacia arriba, vive tanto en el linaje de Isis al que pertenezco, así como en Tanit. No es casualidad. Este es el símbolo que me habló; este es el linaje. Este es el portal vivo por el cual Ibiza puede renacer como el templo sagrado que siempre ha sido.

La seguridad no está en el dinero ni en la acumulación. La seguridad está en las raíces, en la comunidad, en el compartir, en el ser. En ser divinas/os aquí —en cuerpo, en alma, en materia. Si de verdad queremos marcar la diferencia, debemos recordar quiénes somos: canales de divinidad encarnada. El Ka activado es el templo vivo que devuelve luz, vitalidad y fertilidad al vaso humano, a la Tierra… y a Ibiza misma.

El Puente hacia el Masculino

Este camino de encarnación no pertenece solo a las mujeres. Las activaciones KA son también para lo masculino. Los hombres de esta isla llevan su propia herida. Muchos están insensibilizados a su fuerza vital, desconectados del deseo y la vitalidad. Otros están consumidos por la matriz, atrapados en ciclos de esforzarse, demostrar, consumir, controlar.

Lo femenino no puede elevarse sola, ni debe. Para restaurar el equilibrio, ambas polaridades deben recordar. El caos femenino indómito canaliza la luz. El contenedor masculino enraizado la sostiene. Juntas/os —salvajes y sabias/os— restauran el templo de la humanidad.

Esta es la segunda puerta de este movimiento: la unión sagrada —un camino donde hombres y mujeres se elevan juntas/os, cada cual en su rol, cada cual en su divinidad, tejiendo de nuevo la integridad en la tierra.

A los hombres de esta isla y más allá: este camino también es para vosotros. Si sientes insensibilidad donde antes había deseo, o un impulso constante de demostrar, consumir o controlar, el Ka ofrece otra arquitectura: fuerza enraizada, deseo limpio, presencia lúcida. No se te pide actuar la espiritualidad; se te invita a recordar tu integridad original. Ven como eres. Trae tu honestidad, tu respiración, tu cuerpo. La corriente femenina salvaje nunca te forzará; el Ka enseñará a tu sistema a sostenerla —con estabilidad, sobriedad y soberanía.

Los hombres son bienvenidos aquí —no como meros observadores, sino como anclajes necesarios. Vuestro recuerdo importa.

La Estructura

Esto no es una experiencia de una sola vez. Es un viaje.

Activaciones Ka quincenales, liberación de limitaciones, calibración energética y re‑tejido del trenzado álmico —en cada sesión se abren 2 canales Ka, se observan improntas kármicas relacionadas con los temas nucleares y se inicia el ciclo de 44 días de integración.

En la primera sesión iniciamos el despertar y la activación de la plantilla Ka y de los canales 1 y 2 —sin los cuales el resto no pueden activarse y cargarse. Y en la última sesión, con los canales 15 y 16, se realiza una calibración completa de la plantilla y un sellado.

Cada sesión dura aproximadamente una hora, aunque recomiendo prever 90 minutos; no detengo las transmisiones si aún no se han completado.

Cuidado Posterior e Integración.

Tras cada activación, regálale a tu cuerpo un aterrizaje suave: hidrátate bien, acuéstate temprano, come sencillo, enraíza en la naturaleza (pies en la tierra, baños de sal marina), limita estimulantes y procesamiento intenso durante 24–48 horas y anota cualquier memoria o sueño. Si emergen emociones grandes, respira abajo, al sacro, y deja que el cuerpo lidere. La integración es devoción; quien marca el ritmo es el sistema nervioso, no la mente.

Círculos de Integración alternos —las semanas entre activaciones ofrezco un espacio seguro en el que ser vista/o en tu vulnerabilidad y en tu poder, para ser sostenida/o y celebrada/o.

Los Círculos de Integración son espacios de reunión, conexión e intimidad. Una oportunidad para sentarnos en seguridad y compartir el viaje. Para encontrarnos con otras/os que caminan el mismo camino. Para enraizar las activaciones en la vida cotidiana a través de la comunidad.

Los círculos no tratan solo de conexión con las/os demás, sino de profundizar la intimidad contigo misma/o. Cuando escuchamos el compartir de otra persona, resonamos. Nos movemos. Nos vemos reflejadas/os.

Viajes como estos no están hechos para transitarse en soledad. Están hechos para vivirse en comunidad, donde sanamos las heridas de la dualidad siendo vulnerables unas/os con otras/os, sosteniendo espacio seguro con confidencialidad, testigo, aceptación, celebración y apoyo.

Intercambio

• ✧ Sesiones de Activación: 66 € (transmisión energética completa)
• ✧ Círculos de Integración: 33 € (opcionales, pero poderosos para el sostén íntimo + comunidad)

Puedes elegir asistir solo a las activaciones. Aun así, los círculos de integración crean un contenedor de pertenencia e integración, tejiendo viajes individuales en sanación colectiva. Elige con tu soberanía

Devoción por Encima del Lucro

Las activaciones Ka generalmente se ofrecen, a lo largo del linaje Ka, en un rango de 222–333 € por persona y por sesión. Pero aquí, en casa, elijo abrirlas a 66 €. No es porque no valore el trabajo. Es porque valoro más la visión.

66 es el código de la Madre Sagrada, de la nutrición, del cuidado, de la armonía. Sostiene la frecuencia de la comunidad, de ser sostenidas/os y apoyadas/os. Las diosas me guiaron a este número porque porta accesibilidad y respeto.

Estas activaciones no están hechas para guardarse bajo llave, reservadas solo para “las/os elegidas/os” que pueden pagarlas. Son para todas/os. Porque, cuanto más de nosotras/os despertemos nuestro Ka, más luz podrá sostener esta tierra. Cuantas/os más vivamos como vasos divinos, más rápido podrá renacer Ibiza.

Mi devoción es hacia esta tierra y esta comunidad. Mi devoción es hacia Isis, hacia Tanit, hacia la restauración de la esencia femenina, la sanación y el ascenso de lo masculino y el retorno a la unión sagrada.

Esto no es sacrificio. Es integridad.

Es mi ofrenda a la isla que me llamó a casa, a la que yo llamo hogar, una tierra que clama por ser recordada.

Reserva tu plaza: los espacios son íntimos y limitados en cada sesión. Escríbeme directamente para asegurar tu lugar en la próxima activación y, si lo deseas, en el Círculo de Integración. Por orden de llegada, con pago previo para honrar el contenedor.

Sobre Mi

Soy una mujer que ha caminado ambos bordes del despertar.

Soy next‑level woo‑woo y, al mismo tiempo, estoy tan enraizada como se puede estar. Amo mis rituales, mis medicinas de plantas, mis viajes hacia abajo y hacia dentro. Y amo subir y salir: los Registros Akáshicos, lo Eckoushic, los planos del alma, los canales de recuerdo cósmico

Pero, por encima de todo, amo traerlo todo al cuerpo y caminar la vida guiada por mi pleno poder y esencia pura.

Soy el puente. Conecto el útero cósmico con mi útero, y mi útero con el útero de la Madre Tierra. Eso es diosa hecha carne. Anclada. Soberana. Soy etérea y encarnada, mística y práctica. Vivo con los pies en la tierra y el alma en las estrellas.

E invito a todas las mujeres, a todos los seres, a la misma potenciación, soberanía, autenticidad, abundancia, alegríay expansión. Porque este no es solo mi recuerdo. Es nuestro.

Mi Historia

Nuestro hogar me llamó por primera vez hace diez años, para despertar. Aquí, con su frecuencia, con la comunidad que encontré, con las plantas y medicinas que conocí, recordé mi divinidad. Me di cuenta de que siempre había sido dotada, pero lo oculté; empecé a canalizar lenguaje de luz. Recordé a mi diosa elevándose hacia arriba y hacia fuera.

Y luego me pidió marcharme: ir a sanar mi linaje matriarcal, remendar mis heridas de madre, enfrentar mis heridas de hermandad y aquellas que tenía con lo masculino —el padre y Dios—, y crecer hacia una mujer más madura. No solo femenina divina en esencia, sino diosa en la carne.

El verano pasado me llamó de nuevo, pero solo por una estación. Me envió fuera otra vez para descender a un nuevo ciclo de muerte y renacimiento antes de poder volver definitivamente.

El retorno no ha estado exento de iniciación, y es precisamente lo que me trajo este movimiento.

Este año, en julio, regresé a Moon Beach. Hablé con Tanit. Hablé con la isla misma. Pedí: “Si estoy lista para servirte, si estoy lo suficientemente encarnada como para anclar de verdad los códigos que deseas, tráeme la casa. Muéstrame que debo volver”. Esa misma noche, sin buscar, la casa llegó. Un hogar anual y permanente, para mi y mi hijo peludo, a un precio justo —algo que todas/os sabemos que hoy es raro. Una señal. Una sincronicidad. Una confirmación.
A partes iguales bendición y llamado.

Y así, en agosto, regresé.

Ahora vivo en la naturaleza. Mi casera, de 92 años, sigue trabajando la tierra y porta la memoria de la isla en sus huesos. De ella aprendo observando. Escucho la tierra a través de su experiencia y de sus manos. He ofrecido mi sangre de vuelta a la tierra —derramándola en el suelo y susurrando: “Me ofrezco a ti”.

Desde entonces, todo ha encajado. Porque cuando mi femenino interior pidió a mi masculino interior confiar, bajar el ritmo, dejar que aterrizara, él escuchó. Y en esa unión, la isla confirmó lo que ya sabía: estoy aquí para servirla.

Sucedió que aterricé al lado de otra sacerdotisa.
Una que intentó imponerse, proyectó sus heridas en mi, habló mal de mí intentando desacreditarme entre otras manipulaciones.
Una que cruzó límites y finalmente entró en mi casa y me robó, violándome no solo a mí y a mi templo y santuario, sino la encarnación misma de una verdadera sacerdotisa.

Esta fue la iniciación, el enfrentamiento y la resolución final de mi propia impronta kármica y el enraizamiento de mi servicio en persona.

Hace poco llegó otro presagio. De madrugada, el dosel con mosquitera de mi cama se desplomó sobre mí y me despertó con un susto. Al retirarlo, escuché las palabras: “el velo ha sido levantado”. Literalmente me quité el velo de encima.

Después, cuando el sol de la mañana inundó la ventana, los cristales colgados refractaron la luz arcoíris más fuerte que nunca, fractales de todo el espectro danzando por mi habitación.

El mensaje fue claro: el velo se fue. La luz es más fuerte. Mi visión es colorida y clara. Estoy lista para traer este movimiento a la luz.

Nosotras/os, las/os guerreras/os pacíficas/os, podemos crear resistencia simplemente viviendo nuestra divinidad en nuestra humanidad, trayendo lo divino al vaso de nuestros cuerpos humanos e invitando al alma a liderar de verdad.

No necesitamos escapar hacia arriba para encontrar a Dios ni a la Diosa. Vivimos, respiramos, comemos, caminamosy amamos como divinidad cada día. Cada momento es el ritual, porque somos el ritual.

Ese es el recuerdo que trae el Ka.

Llamado de Cierre

Esto no trata solo de ti o de mí. Trata de todas/os nosotras/os, juntas/os, eligiendo recordar. Las activaciones Ka despiertan el cuerpo, la tierra y la comunidad como templos.

Este es un movimiento para Ibiza, para su gente y para nuestra abundancia, por el renacimiento de la isla como fértil y próspera. Estamos cerrando la puerta a la falsa luz, al relleno espiritual y al bypassing.

El Ka es el puente. Nosotras/os somos los vasos. El momento es ahora.

Los 16 Canales Ka

Los niveles del Ka corresponden a diversas lecciones y dones del alma. Al activarse un nivel, el don o la lección correspondientes se imprimen y despiertan en el Ka, y el canal Ka lo trae al cuerpo y a la experiencia vivida de la persona que recibe las activaciones KA. Desde ahí, la/el receptora/or navega su experiencia hacia la verdad durante la integración eligiendo la alineación consciente. El propósito de la activación completa de los canales Ka es asegurar que la energía fluya libremente del Ka al Khat —el vaso físico. Así, la/el humana/o que vive en el mundo 3D encarna también las dimensiones superiores en este plano. Tiene la capacidad de encarnar su Ser Crístico.

Nivel 1 – Identidad del Alma
Despierta el recuerdo de quién eres en esencia.
Puede traer incomodidad porque revela lo que ya no está alineado (personas, lugares, trabajos).
Cambios: claridad en tu esencia; empiezas a ver tu vida con ojos nuevos, dejando atrás lo que no pertenece.

Nivel 2 – Propósito del Alma
Activa el recuerdo de tu propósito en esta vida. Lo que era un susurro se vuelve un llamado alto y claro.
Cambios: claridad sobre profesión, propósito, dones y dirección.

Nivel 3 – Centramiento
Integra los cuerpos físico, emocional, mental y energético en un eje de equilibrio.
Cambios: mayor paz interior, más resiliencia, menos dispersión.

Nivel 4 – Expresión del Ser
Libera bloqueos en la voz, la creatividad y la sexualidad.
Puede traer incomodidad inicial (garganta sensible, necesidad de confrontar la represión).
Cambios: autenticidad, creatividad, facilidad para expresarte sin censura.

Nivel 5 – Conciencia de Unidad
Percepción de que todo está interconectado.
Cambios: deseo de servir al colectivo a tu manera única; conexión profunda con la naturaleza y la humanidad.

Nivel 6 – Conciencia Yo Soy
Despierta la chispa divina en tu interior.
Cambios: conexión profunda con la presencia de Dios en ti.

Nivel 7 – Autoamor Divino
Activa el amor incondicional hacia ti misma/o.
Cambios: liberación de patrones de auto‑traición; sanación de heridas internas.

Nivel 8 – Ser Divinamente Amada/o
Permite recibir amor divino sin condiciones.
Cambios: magnetismo; apertura del corazón; receptividad; sanación de heridas relacionales.

Nivel 9 – Poder Divino
Activa la energía kundalini y el poder sagrado.
Cambios: mayor magnetismo; sexualidad consciente; manifestación rápida.

Nivel 10 – Rendición Divina
Iniciación para que la mente inferior ceda a la guía de la mente superior.
Cambios: rendición; confianza; liberación de metas falsas.

Nivel 11 – Sentidos Psíquicos
Abre clarividencia, clariaudiencia, clairsentiencia y canalización.
Cambios: percepción más aguda de las energías; comunicación con guías, dioses, diosas, ángeles y otros planos de conciencia.

Nivel 12 – Dones del Alma
Activa los dones únicos de tu alma y los ancla en el cuerpo.
Cambios: talentos creativos y espirituales se manifiestan con fuerza; reconocimiento de tu medicina única.

Nivel 13 – Códigos del Creador Divino
Une las energías femenina y masculina interiores para co-crear en armonía.
Cambios: expansión de la capacidad de manifestar; alquimia sexual; sanación de heridas maternas y paternas; equilibrio yin-yang.

Nivel 14 – Calibración Divina
Alinea los cuerpos superiores: el Ka, el IB (corazón celeste) y el BA (alma superior).
Cambios: amplificación de dones espirituales y psíquicos; conexión profunda con planos superiores de conciencia.

Nivel 15 – Devoción Divina
Despierta la devoción amorosa hacia ti misma/o, tu camino y la verdad.
Cambios: acción inspirada; compromiso real; disciplina sagrada; sentido de propósito claro en la vida diaria.

Nivel 16 – Anclaje del Ser Superior
Une y calibra todos los canales KA.
Cambios: recepción plena del Ser Superior en el cuerpo como puente entre cielo y tierra; expansión profunda y sutil; integración total del alma.

Integración final tras la calibración completa: después de 44 días, el KA despierta completamente y el Sekhem - energía vital, fluye de forma libre → transformaciones radicales en tu vida. Desde ese momento eres responsable de caminar tu viaje con la verdad en tu visión y en tu corazón.

Si has leído el manifiesto completo, estás lista/o para mucho más que otra dosis pseudo-espiritual de dopamina. Estás preparada/o para formar parte de este movimiento, para liberarte de la performance y encarnar el ser sagrado auténtico cada día. Estás lista/o para vivir tu unión sagrada interna y manifestar, desde tu polaridad masculina, lo que viniste a ser en tu polaridad femenina.

Aquí tienes el enlace a mi grupo privado de Telegram, donde compartiré los lugares, fechas y horarios de sesiones y círculos. Las puertas del templo están abiertas y te recibimos con honor y celebración.

Siempre, en amor,
Belén Desirée

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